Mitos del Cine Z: Bruce Campbell

¿Qué tal, pandafrikis? ¿Cómo os va? No contesteis que me da bastante igual... era un mero formalismo utilizado por los humanos para empezar una conversación.

Hoy os he reunido en torno a vuestra pantalla LCD con un par de píxeles zombies para inaugurar una nueva sección que pasará a ser habitual en las publicaciones de vuestro dicharachero amigo, el Incorregible Zombie Verde.

¿Otra sección? ¿Cómo cómo cómo? ¿Que aquí va a haber algo más que reseñas de pelis sobre zombies y vísceras gratuítas? Pues sí. Va a haberlas. Y la de "Mitos del Cine Z" se inaugura hoy.

En esta nueva sección repasaré los currículums de los más queridos, entrañables y molones de los actores que han protagonizado alguna película o saga de este subgénero que no sólo existe, sino que además piensa.

Hoy vamos a comenzar este repaso con el más grande de los humanos. Es cierto que el Zombie Verde es un tipo duro al que sólo dan miedo dos cosas: ser mordido por un no-muerto y convertirme en uno de esos pútridos zombies devoradores de cerebros (curiosamente conservo este miedo de mi etapa en vida...) y al mito al que rendiré homenaje hoy.

Es el hombre que revolucionó la industria de Hollywood.

El galán pendenciero definitivo.

El hombre del palo de fuego.

El hombre que destruyó a los ejércitos de las tinieblas.

El hombre que hizo que la saga de Spiderman fuera digna de ser vista.

El hombre que desafía a un Dios.

El dios que tiene por apellido una conocida marca de sopa.

Ya lo habíais adivinado. No hacía falta poner título. Hablo de Bruce Campbell.

"¡Uh ah!"

Bruce Lorne Campbell, a sus 51 años, puede decir que es uno de los iconos de la serie B mundial.

Se inició en el mundo del cine de la mano de su buen amigo, el tarado de Sam Raimi, a quien conoció en el instituto y con el que se sumergió de lleno en el más ambicioso de los proyectos en los que podían sumirse dos postadolescentes hormonados: rodar una película de terror con cuatro duros. Así nació Evil Dead, que en la lengua cervantina fue traducida como "Posesión Infernal", la película de terror más taquillera de 1981 (algo que tuvo su mérito teniendo en cuenta que competía contra un trasatlántico como El Resplandor de Kubrik).

El gran éxito de la cinta llevó a Sam a plantearse terminar con la trilogía, pariendo Evil Dead II y The Army of Darkness para redondear.

¿Y por qué moló esta saga? ¿Por qué triunfó Evil Dead? ¿Por las vicisitudes de los protagonistas? ¿Por las reales que padecieron los "actores" durante el rodaje? No y no. Trinufó por su protagonista: Ash J. Williams, quien en la primera venía siendo un tío normal que sólo quería echar un polvajo, en la segunda veía su mano sustituída por una motosierra, y en la tercera era El Rey.

"THIS. IS. MY BOOMSTICK!"

Ash resultó ser un héroe genial y un filón. Uno de los personajes más queridos del cine de acción y de terror, así como uno de esos actores fetiches que a los frikis como vosotros y a los zombies como yo nos hacen felices. De hecho, Ash J. Williams, si no fuese porque ambos somos varones heterosexuales te tomaría.

Este personaje no sólo protagonizó estas tres cintas (que son la polla, oigan). Este personaje cuenta con todo tipo de artículos de esos que os dejan el culo más fino que el bigote de una gamba.

Repasemos:

Esculturas

Cómics

Videojuegos

Muñecos articulados

De todo, oigan.

Sin embargo, Bruce Campbell es algo más que Ash J. Williams. Desde entonces hasta la actualidad hizo multidud de cameos y fue protagonista de la película de culto Buba Ho Tep (esta película merecería un análisis a parte, pero por si no la visteis, cuenta la historia de Elvis, que no está muerto, y Kennedy, que no está muerto y además es negro, que deben hacer frente a una momia que amenaza con acabar con su apacible retiro).

Entre sus más grandes cameos se encuentra el gran mérito de hacer que la trilogía de Spiderman no fuese la historia de un pardillo que consigue poderes y trata de ser un héroe (algo que es del género idiota, sobre todo si tenemos en cuenta que todo el mundo sabe que las chicas malas la chupan mejor que las chicas buenas). Gracias a Bruce se trata de una trilogía con pequeños momentos geniales. Se nos ocurren tres.

1. Spiderman es bautizado.



2. El anormal de Parker no puede entrar en el teatro porque el Gran Hombre se lo impide.



3. Él casi consigue que Parker se lleve al catre a Mary Jane... pero de donde no hay no se puede sacar...



No se a vosotros, pero a este zombie se le pusieron los pelos como escarpias cuando descubrió quien era realmente Darkman...



También era el macabro cirujano del hit de John Carpenter, 2013: Rescate en L.A.



Y esta era la cara que se le quedaba en "Congo" cuando se le comían los simios:



Es el puto amo. Los hombres le envidian. Las mujeres le desean y él sabe como tratarlas... de hecho ha publicado un libro sobre el tema:

No es de extrañar pues que en Old Spice decidieran contratarle como reclamo publicitario, logrando así vender miles ¡que digo miles! ¡cientos! de desodorantes:



Pero no sólo de publicidad y cine vivió nuestro Mito. No. Sus incursiones en televisión le llevaron a interpretar papeles en series de relativo o dudoso culto (como el resto de los papeles de su gloriosa vida), siendo sus dos papeles más populares el del joven abogado y bandolero Brisco County Jr. y Autolycus, el Rey de los Ladrones en Xena: La Princesa Guerrera.



Su última incursión en el cine fue la autobiográfica (¿?) "My Name Is Bruce" en la que interpreta al mayor héroe de todos los tiempos: él mismo.



El puto amo, desde luego.

Y con esto y un bizcocho entramos en el mes de diciembre. Hasta otra, frikazos.